Las saunas suelen ser estancias de mucho tránsito de personas. Durante el funcionamiento de una sauna, se va depositando en la madera de su interior, parte del sudor de la gente, así como pelos, polvo, etc. De esta forma, se puede producir la presencia en el interior de la sauna de abundantes toxinas y agentes patógenos que se deben de controlar para evitar malos olores y suciedad, pero sobre todo el riesgo de contagios, especialmente por los hongos que fácilmente pueden proliferar en este tipo de estancias.
La limpieza de estas maderas que están hechas las saunas, nunca debe de hacerse con productos de limpieza doméstica, por ejemplo, la lejía es un producto desaconsejable, pues estropea su madera y perjudica a los usuarios al hacerles inhalar sus vapores irritantes.
Las empresas de limpieza son conscientes que en una buena limpieza de saunas, deben utilizarse productos de limpieza especialmente formulados para su utilización en las mismas, los cuales realizan la limpieza deseada sin producir ningún efecto secundario.
Los desinfectantes para saunas deben estar especialmente formulados para su utilización en ellas, puesto que los desinfectantes de uso normal son efectivos con las bacterias y los microbios, pero no con los hongos y con sus esporas. Por otro lado, los fungicidas son adecuados para combatir los hongos pero acostumbran a tener un olor desagradable y no son aconsejables para la utilización en saunas. Así que un buen desinfectante para saunas debe de ser eficiente contra bacterias y hongos pero no tener mal olor.