El polvo, aunque no lo parezca, es una de las cosas más difíciles de limpiar, pes es algo que limpias y al rato se vuelve a posar. Pero si tenemos precaución y seguimos algunos pasos vamos a tener mejores resultados.
Es importante decir que en el polvo se encuentran los ácaros, células de piel muerta y pelos, que son los principales causantes de enfermedades alérgicas.
Para limpiar el polvo, existen trapos de gamuza muy efectivos, también están los plumeros y los trapos de microfibra y por supuesto una gama de productos limpiadores de polvo.
Para empezar a limpiar el polvo, siempre se debe empezar a limpiar desde arriba, techo, paredes y cuadros, empezar desde arriba es muy importante para no llenar de polvo los demás objetos o muebles.
Todos los días se debería de limpiar con un trapo los electrodomésticos, muebles y repisas y así evitar que el polvo se acumule.
Una vez a la semana, una empresa de limpieza o nosotros mismos, limpiaremos el polvo de las lámparas, zócalos y cuadros.
Si tenemos cortinas, es un sitio donde se acumula bastante polvo, debemos lavarlas una vez al mes, de esta forma también aprovecharemos para limpiar las ventanas y sus cristales.
Lo último que debemos hacer es pasar la aspiradora, es mejor pasar la aspiradora que barrer ya que el polvo se dispersa menos.
Siempre es recomendable ventilar la casa, aunque sea invierno y haga frío, aunque sea 15 minutos.